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Foto del escritorCOASGROP HIJOS DEL CAMPO

AGRICULTURA URBANA


La agricultura urbana, también conocida como periurbana (se cultiva en las proximidades de las ciudades, a menudo en terrenos designados o planificados para el crecimiento de la ciudad o la provisión de equipos o infraestructura), es la práctica de la agricultura con cultivos dentro del casco urbano.


Los terrenos utilizados para huertos urbanos pueden ser privados, públicos o residenciales en espacios tales como balcones, muros, techos de edificios, vías públicas o terraplenes y viejos bosquecillos fluviales despejados. En muchas ocasiones, la agricultura se practica en terrenos ocupados, en propiedad pública o privada en estado de abandono.

La finalidad de este tipo de huerta es cultivar diversos tipos de hortalizas, hortalizas, frutas, plantas aromáticas y medicinales para su propio consumo de forma sostenible, natural y ecológica. Una técnica de cultivo que ahorra dinero, tiempo y trabajo. Y a su vez, fomenta la educación, el aprendizaje y el ocio.


La agricultura urbana está destinada a actividades de producción de alimentos. Contribuye a la soberanía alimentaria y la proporción de alimentos seguros de dos maneras: aumentando la cantidad de alimentos disponibles para los habitantes de las ciudades y, en segundo lugar, proporcionando frutas y verduras frescas a los consumidores urbanos.

Dado que promueve el ahorro de energía, la producción local de alimentos, la agricultura urbana y periurbana son actividades de sostenibilidad.


Esta forma de cultivar tus propias hortalizas, frutas y hortalizas sin la necesidad de tener un gran terreno donde hacer la planta tiene muchas ventajas en cuanto a salud, nutrición, medio ambiente y muchos otros aspectos.


VENTAJAS

Este tipo de huertos, también llamados "jardines comestibles": Contribuyen al medio ambiente: Por un lado, favorecen el paisaje urbano aportando color y vegetación. Fomentan el autoconsumo y el consumo local. Disminuyen el uso de pesticidas, reduciendo así los gases de efecto invernadero. También ayudan a reciclar y reducir las inundaciones.


· Apuesta por la alimentación natural, fresca y saludable: tener un huerto urbano es una gran oportunidad para incrementar el consumo de verduras, frutas y verduras. Disfrutar del verdadero sabor de estos alimentos es posible cultivando en macetas.


· Fomentar una educación basada en la vida sana: Fomentar el tiempo libre en familia dividiendo las tareas en las que puede participar cualquier miembro. Y es una gran alternativa de relajación y antiestrés para adultos. Relacionarse y disfrutar de la naturaleza es una opción para estar más tranquilo, mejorar el estado de ánimo, aprender a organizarse.


· Ayuda a ahorrar dinero y a llevar una vida más sostenible: el uso de terrazas para huertos urbanos se conoce como cubiertas verdes, una técnica que ayuda a bajar la temperatura de los edificios. Así ahorras en aire acondicionado y en el precio de la comida.


LA VERSATILIDAD DE LA AGRICULTURA URBANA


De los factores y características influyentes de la agricultura urbana se puede deducir que la importancia de la producción urbana de alimentos radica principalmente en sus diferentes funciones y en su implementación en los sistemas sociales, económicos y ecológicos de las áreas urbanas. A pesar de algunas limitaciones y los factores limitantes del agua y el espacio, la agricultura urbana representa una estrategia para moldear y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las ciudades de manera sostenible. Además, los huertos urbanos se han convertido en una parte integral de las prácticas de vida y son esenciales para el funcionamiento del sistema urbano en el pasado y el presente, pero también para el futuro.


Y la forma en que se practica la agricultura urbana y sus dimensiones y la diversidad resultante se basan en varios factores de influencia. Además de las condiciones agroecológicas iniciales, las políticas nacionales, regionales y locales, las particularidades del lugar, la producción y comercialización de productos elaborados en las ciudades, también están las condiciones y estructuras locales de los presupuestos de las distintas ciudades. los que definen la manifestación, el potencial y el valor de la agricultura urbana. Es importante adaptar la producción urbana de alimentos a las características y condiciones locales e integrarla en los sistemas sociales, económicos y ecológicos.


Sin embargo, la importancia y la escala de la agricultura urbana todavía se infrautilizan a menudo. Una de las razones es que este tipo de agricultura todavía es mayoritariamente informal y no se considera en las medidas de desarrollo urbano. Aunque actualmente no existe un ancla profunda, se puede suponer que esta actividad tiene un potencial significativo. Cabe señalar que tanto los residentes urbanos como las instituciones públicas enfrentan el desafío futuro de satisfacer la necesidad básica de comer de manera adecuada y adecuada.


Es importante aumentar el valor de la agricultura urbana para la vida urbana futura dándole mayor consideración. Una posibilidad es enfatizar el presente global y tener más en cuenta su potencial en las decisiones de política urbana. Puede comenzar con la implementación de la agricultura urbana como un sistema integrado y dinámico en proyectos urbanos económicos, sociales y ecológicos. En este caso es importante no perder de vista los efectos e influencias en diversos grados y tener una perspectiva local diferenciada sobre las manifestaciones globales.


DINÁMICA DE LA AGRICULTURA URBANA


Procesos demográficos y urbanísticos globales. El siglo XXI se caracteriza por el crecimiento de la población en todo el mundo, principalmente en las ciudades. Esto está relacionado con el progreso de la urbanización y la expansión de la vida urbana. En 2014, el 54% de la población vivía en áreas urbanas. Con un 80%, América del Sur es la región con mayor grado de urbanización junto con América del Norte. Además de las áreas metropolitanas de Buenos Aires, Ciudad de México, Río de Janeiro y São Paulo, Bogotá y Lima también superarán el límite de diez millones de habitantes en un futuro próximo. La urbanización es un fenómeno creciente. La constante migración del campo a la ciudad es el principal motivo de este fenómeno. Se espera que el 66% de la población mundial viva en ciudades para 2050.

Con el proceso de urbanización global, la demanda de alimentos en las ciudades también aumenta, lo que ejerce presión sobre los recursos naturales. La investigación de mercado en países en desarrollo encontró que los habitantes urbanos pagan entre un 10 y un 30% más por alimentos que los habitantes rurales de la misma región16. Estos procesos demuestran que se debe promover la resiliencia y autonomía de la población urbana y que la agricultura urbana es una forma de hacer que los residentes urbanos sean más independientes de las influencias políticas y económicas.


La contribución de la agricultura urbana a la lucha contra la pobreza y el hambre. A pesar de la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los programas para reducir la pobreza, una gran parte de la población mundial todavía se ve afectada por este flagelo. Desde finales del siglo XX, la pobreza se ha convertido en un fenómeno cada vez más urbano. La proporción de pobres en la población urbana ha aumentado en los últimos años y es cada vez más característica de la imagen de las ciudades del sur y norte del mundo. El Banco Mundial estima que el 50% de los pobres del mundo viven en áreas urbanas y el 25% de todas las familias urbanas viven por debajo del umbral de pobreza18. En América Latina, por ejemplo, la población de los barrios marginales aumentó a 110 millones en 2010.


Al mismo tiempo, la agricultura urbana requiere un suelo urbano adecuado que pueda pagarse. Este hecho choca con la creciente competencia por la tierra, especialmente en las ciudades. El agua y el suelo constituyen el marco de los límites, así como el tipo y la intensidad del uso de los recursos. Algunas consecuencias negativas pueden ser el uso de la tierra y el agua, así como la contaminación por malas prácticas agrícolas. Desde una perspectiva global, estos aspectos son de importancia secundaria.


Si la agricultura urbana realiza principalmente funciones de regulación ecológica a escala urbana, tiene un impacto en la estructuración del área y el paisaje urbano, así como en los propios residentes a nivel local. Mantener la calidad de vida en su entorno. Esto está directamente relacionado con las influencias sociales y la función residual. Pueden producirse diversos comportamientos sociales (por ejemplo, compartir y trabajar en los jardines) que conducen a una mejora en la calidad de vida de la población urbana.


UBICACIÓN


La ubicación del cultivo puede variar en función de varios factores. Puede depender del modelo de vegetal que queramos plantar, por ejemplo. Los tipos de huerto urbano son el elemento más decisivo a la hora de elegir el lugar para plantar tu jardín. Y estos son los diferentes modelos de ordenamiento urbano:

• Huertos municipales, gestionados por los Ayuntamientos y destinados a parados o personas mayores.


• Huertos educativos, también propiedad del municipio, destinados a fines escolares o didácticos.


• Huertos comunitarios, creados en espacios públicos o privados en común para un grupo de personas.


• Cultivos terapéuticos, destinados a personas con discapacidad o circunstancias específicas.


• Huerto doméstico, dedicado al autoconsumo y los más habituales.


Sin embargo, los huertos familiares son los más solicitados. Ya que son los más accesibles, los más fáciles y también los más reconfortantes. Estos se pueden colocar en diferentes espacios de la casa: se puede crear un jardín en el balcón, en la terraza, en una maceta, en una escalera, en una mesa de cultivo o incluso, hay jardines verticales.


Desde entonces, los huertos urbanos han sido mucho más que cultivos urbanos. Estas parcelas se han convertido en lugares de esparcimiento, desconexión, educación ambiental y desarrollo de terapias en entornos naturales. Hoy en día es común que muchos ciudadanos participen activamente en los huertos urbanos o comunitarios privados, y también que los municipios los contemplen dentro de sus planes urbanísticos sostenibles.




“NO IMPORTA QUE TAN URBANA SEA NUESTRA VIDA, NUESTRO CUERPO SIEMPRE DEPENDERÁ DE LA AGRICULTURA.”


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