En agricultura, el Manejo Integrado de Plagas (MIP) o control Integrado de Plagas (CIP) se entiende como una estrategia que utiliza múltiples métodos complementarios: control de plagas físico, mecánico, químico, biológico, genético, legal y cultural. Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Este es un enfoque ecológico diseñado para reducir o eliminar el uso de pesticidas y minimizar el impacto en el medio ambiente. También hay temas sobre el manejo ecológico de plagas (MEP) y el manejo natural de plagas.
La sanidad de cultivos y pastos es el factor básico para lograr el mejor nivel de productividad y eficiencia económica en el sistema agrícola y ganadero, pues la ocurrencia de plagas afecta directamente el comercio agrícola y ganadero y la producción estable de alimentos y suministro de calidad.
Actualmente, el uso de plaguicidas sintéticos para controlar plagas es uno de los métodos más utilizados en la producción agrícola comercial. Debido a su alta toxicidad y uso incorrecto, muchos de estos productos químicos tienen efectos negativos en la salud humana y ambiental. Además, el uso seguro de agroquímicos a menudo requiere el uso de equipo de protección personal al que muchos productores no pueden acceder.
El enfoque de Manejo Integrado de Plagas (MIP) tiene como objetivo proteger la salud de los cultivos y pastos mediante la combinación de diferentes métodos de control de plagas, reduciendo así el uso de pesticidas sintéticos y la huella tóxica de la agricultura.
Elementos básicos necesarios para el programa (MIP)
Monitoreo: Incluye inspecciones regulares del sitio y trampas para determinar el tipo y extensión de la infestación de plagas en cada sitio.
Registros: un sistema de mantenimiento de registros es importante para identificar tendencias y patrones en los brotes de plagas. La información registrada con cada inspección o tratamiento debe incluir identificación de plagas, tamaño de la población, distribución, recomendaciones para la prevención futura e información completa sobre las medidas de tratamiento.
Nivel de acción: Es casi imposible erradicar completamente las plagas. El nivel de acción es el tamaño de la población que requiere una acción correctiva por razones de salud humana, económicas o estéticas.
Prevención: Se deben tomar precauciones en edificios, diseños existentes de edificios nuevos y tanques de almacenamiento de agua. En el plan de manejo integrado de plagas, la prevención es y debe ser el principal medio de control.
Estándares tácticos: En (MIP), los productos químicos solo pueden usarse como último recurso, pero cuando sea necesario, se deben seleccionar y usar materiales con la menor toxicidad para minimizar la exposición del cuerpo humano y todos los organismos no objetivo.
Evaluación: Finalmente, un plan de evaluación regular es esencial para determinar el éxito de las estrategias de manejo de plagas y la rentabilidad de los cultivos.
Manejo integrado de plagas
La intensificación de la producción agrícola, forestal y ganadera fomenta la acumulación de plagas, y las variedades y razas más productivas suelen ser las más susceptibles a las plagas. Es posible utilizar pesticidas para reducir el impacto de muchos de estos problemas. Sin embargo, existen costos asociados con este enfoque, incluidos los efectos negativos para la salud y el medio ambiente.
Dado que la mayoría de los pesticidas químicos representan una amenaza para la salud humana y son tóxicos para muchos organismos inofensivos, existen riesgos potenciales en su fabricación, distribución y uso, especialmente si se usan incorrectamente. Debido a la alteración de los pesticidas en los enemigos naturales, han resurgido viejas plagas y han surgido nuevas plagas. Casi todas las plagas de importancia económica son resistentes al menos a un pesticida químico.
El objetivo del MIP es evitar o reducir la pérdida de rendimiento debido a las plagas, minimizando al mismo tiempo el impacto negativo de su control. El término MIP se utilizó originalmente para describir un método de control de plagas, cuyo objetivo principal es reducir el uso de pesticidas y hacer que la incidencia de enfermedades causadas por plagas llegue a cero. Con el tiempo, este concepto se ha ido ampliando.
Hoy en día, el MIP se puede describir como un proceso de toma de decisiones y acción que utiliza los métodos de control de plagas más apropiados a través de estrategias apropiadas para cada situación. Para asegurar el éxito de este proceso, se monitorea sistemáticamente la presencia y densidad de plagas y sus depredadores, así como la extensión del daño causado por estas plagas. Siempre que el nivel de población de la plaga esté dentro del rango prescrito, no se tomarán medidas.
MIP primero promueve el uso de técnicas biológicas, físicas y agrícolas para el manejo de plagas, y solo usa métodos químicos cuando es necesario. Se prefiere el control biológico, por ejemplo, mediante el uso de especies o variedades vegetales alternativas que sean resistentes a plagas y enfermedades, y el uso de sistemas de manejo de la tierra y medidas de riego y fertilización que reduzcan los problemas de plagas. Si se utilizan pesticidas, la primera opción son los menos tóxicos para los seres humanos y los que no dañan a los organismos inofensivos. La precisión y la aplicación de plaguicidas en el momento adecuado son factores esenciales.
Los plaguicidas de amplio espectro se utilizan como último recurso cuando un monitoreo cuidadoso muestra que son necesarios y su uso cumple con las pautas establecidas.
“EN LA ACTUALIDAD LA SOSTENIBILIDAD AGRÍCOLA NO ES UNA OPCIÓN, ES UN DEBER Y UNA NECESIDAD DE LA HUMANIDAD”
-HIJOS DEL CAMPO-
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